Construido hace más de 50 años, este apartamento estaba bien compartimentado, con pasillos estrechos. Los propietarios, un matrimonio de mediana edad, adquirieron el inmueble hace 30 años, donde decidieron formar un hogar y, años más tarde, sus hijas tuvieron el fantástico detalle de regalar por Navidad el proyecto de reforma, como una manera de animarlos a renovar la vivienda.
El principal objetivo del proyecto era mejorar la distribución, actualizándola a las nuevas necesidades de los propietarios, a la vez que se renovaría el nivel de los acabados. Buscando interiores claros y luminosos, con materiales cálidos y agradables al tacto. Se amplió el salón, uniéndolo con el pasillo y el distribuidor, permitiendo que la luz atraviese la vivienda de un extremo a otro.
Se sustituyó el suelo original por un laminado en tonalidades claras, se alisaron paredes y se renovó por completo la instalación eléctrica.
También se cambió por completo la distribución de la cocina, anteriormente formada por multitud de electrodomésticos y muebles aislados, configurándolo ahora en una forma de "L", e integrando así todos los aparatos.
Se unió el baño con la despensa, aumentando el espacio total del primero y creando un pequeño espacio de almacenaje en su interior.
El cambio es notable, gozando ahora de gran amplitud y luminosidad.